LA OSCURA ERA DIGITAL

Este documental nos cuenta como la informacion,es cada vez mas dificil de poder guardar en formatos seguros para el futuro.

PROFESIONAL EN ARCHIVISTICA y CIENCIAS DE LA INFORMACION

Perfil Profesional
Es un profesional con formación integral, calificado para planear, diseñar, implantar, evaluar, administrar y mantener redes y sistemas de información y documentación que respondan a las necesidades y expectativas de la sociedad de la información.

Su proyección al futuro se basa en la utilización ética de la información y el conocimiento, las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones para la gestión de servicios archivísticos y sistemas de información documental centrados en las necesidades de la sociedad a la cual sirven.

Por sus conocimientos, habilidades y destrezas en el campo archivístico y su formación social, el profesional está en capacidad de liderar los procesos relacionados con el conocimiento, la organización, la recuperación, difusión y la preservación de la información y particularmente del patrimonio documental de la nación.

Es un agente constructor de una nueva sociedad capaz de afrontar los problemas propios del cambio social, de los modelos de desarrollo y la acertada proyección de escenarios futuros en el campo de la información y la documentación.

Es un profesional con una sólida formación en el campo investigativo y conocimientos de las tecnologías de la información a fin de que le permitan hacer frente a las nuevas tendencias mundiales del manejo de la información y del conocimiento registrado

Perfil ocupacional

Analista de información científica y técnica.
Gerente de servicios y recursos de información y documentación.
Director de unidades de información, tales como archivos públicos, privados, históricos, fotográficos, fílmicos; centros de documentación; centros de referencia.
Docente en ciencias, sistemas y servicios de información.
Capacitador y facilitador de aprendizajes sobre el manejo y uso de información.
Investigador en ciencias de la información: uso y consumo de información; efectividad e impacto de la información.
Asistente o auxiliar de investigación en proyectos sociales aplicados, especialmente en educación.
Analista y diseñador de sistemas, servicios y productos de información y documentación.

Archivística

Introducción.

Este trabajo es un análisis comparativo entre el libro de Cruz Mundet «Manual de Archivística» y el libro de Antonia Heredia «Archivística General». Este estudio ha sido realizado siguiendo la estructura temática general de ambos.

Introducción a la Archivística.

Los dos autores primero exponen que la Archivística es una ciencia relativamente nueva, contrariamente a los objetos de los que se ocupan, que tienen antigüedad. Tanto Heredia como Mundet coinciden en que sólo se puede hablar de Archivística propiamente dicha hasta bien entrado el siglo XIX. Para Mundet la Archivística como tal no aparece hasta que Natalis de Wailly enuncia su principio de procedencia en 1841, diferenciándose de las demás ciencias.

Heredia también afirma que éste es el principio fundamental de la Archivística. Cruz Mundet va a distinguir dos períodos:

Pre-archivístico.

De desarrollo archivístico (en esta considera que ya es autónoma).

Mundet en un principio consideraba a Archivística como una disciplina (en el siglo XIX), pero para él ya se la puede considerar como una ciencia en constante evolución. Heredia la considera primero como una técnica empírica, pero a diferencia de Mundet le va a dar ahora dos tipos de consideraciones:

Disciplina independiente.

Ciencia auxiliar de la historia.

Concepto y definición de la Archivística.

Para Mundet la definición correcta es la dada por el Consejo Internacional de Archivos (C.I.A.) que se encuentra en el diccionario de terminología Archivística: «el estudio teórico y práctico de los principios, procedimientos y problemas concernientes a las funciones de los archivos». Aquí engloba dentro de los archivos a los documentos, los pone al mismo nivel de importancia.

En cambio la definición que da Heredia es contraria a la de Cruz Mundet, ya que para ésta la Archivística es la ciencia de los archivos, no de los documentos, aunque en última instancia estos sean el producto integrante de aquellos. Por lo tanto considera que la función primordial de las Archivística serán los archivos, poniendo en un segundo plano a los documentos.

Así, su definición definitiva de Archivística es: «la ciencia que estudia la naturaleza de los archivos, los principios de su conservación y organización y los medios para su utilización».

Finalidad de la Archivística.

Para Mundet la finalidad debe ser el almacenamiento de la información y hacerla recuperable para su uso. Mundet le otorga un tono más humano diciendo que está debe estar al servicio de la sociedad, ofreciendo la información ya sea a las instituciones productoras o a los ciudadanos.

Ciencia o técnica.

Para Mundet es una ciencia, sus principales puntos de apoyo para esta afirmación provienen de Tanodi, para este autor la Archivística tiene que cumplir tres requisitos fundamentales para poder entrar en la categoría de ciencia:

Tener un campo específico de investigación, un objeto.

Tal objeto debe ser investigado con un fin determinado: procurar el conocimiento por causas, o establecer leyes universales, o investigar una verdad.

Para lograr su fin, toda ciencia debe tener un método propio.

Sin embargo Tanodi dice que cumple dos requisitos fundamentales, tiene un campo de acción (los fondos), tiene su método, pero le falta el tercer elemento que es la parte científica, en el sentido estricto de «ciencia».

Mundet afirma que la consideración de Tanodi es «un argumento equivocado y una visión reduccionista». La Archivística tiene un objeto, un fin y un método propios, se define a sí misma y no por referencia a terceros. La Archivística posee una metodología en vías de normalización.

Para Heredia en contraposición a Mundet: «La Archivística es una disciplina al considerar que su nacimiento reciente no ha hecho posible aun la formulación de una teoría y de una metodología uniformes». Aquí nos encontramos con el mayor de desacuerdo entre Mundet y Heredia.

Divisiones de la Archivística.

Mundet para establecer las divisiones se basa en otros autores; éstas serían: .

La archiveconomía o archivintendencia.

La Archivística o archivonomía.

Los servicios y la naturaleza jurídica del archivo.

La historia de los archivos y de la Archivística.

Heredia, en cambio va a establecer dos divisiones fundamentales:

Archivística general: Es aquella cuyos conocimientos ayudarán a ejercer el quehacer profesional de cualquier archivero en cualquier archivo de una forma directa.

Archivística técnica: esta integrada por los conocimientos procedentes de otras disciplinas y técnicas que inciden en los archivos y en los documentos para su conservación y reproducción y que sólo exigirán del archivero un acercamiento más o menos profundo a las mismas.

Ciencias auxiliares de la Archivística.

Paleografía

Etimológicamente es la técnica de leer las inscripciones y escritos antiguos, determinando su origen, período, etc.

Dentro de ésta los dos autores conciben esta ciencia como el estudio de las escrituras antiguas con el fin de estudiar la evolución histórica. Para Mundet los objetivos de la paleografía pueden resumirse en tres aspectos:

Leer y descifrar los signos gráficos (letras, palabras, frases, signos complementarios) de los correspondientes monumentos escritos, hasta llegar el paleógrafo lector a saber lo que aquéllos significan en su sentido más elemental y simple.

Hacer examen sistemático de las escrituras y de los monumentos escritos para tratar de situarlos en el tiempo y en el espacio.

Analizar la a naturaleza de los signos gráficos, para conocer el desarrollo intrínseco de la propia escritura, es decir, su origen, su evolución, sus cambios y variantes.

Para Heredia el archivero va a obtener dos consecuencias fundamentales: la lectura del contenido del documento y el auxilio, para, en ausencia de fechas, datarlo. Heredia dice que ésta nace unida a la diplomática e insiste a su vez en la obligatoriedad del estudio de esta ciencia por parte del archivero, ya que es un apoyo indiscutible para la interpretación y lectura de los documentos.

Diplomática.

Etimológicamente es el estudio científico de los diplomas y otros documentos, tanto en sus caracteres internos como externos, para establecer su autenticidad o falsedad.

Mundet dice que se puede definir la diplomática como: “ tratado del documento que lo analiza críticamente en todo su conjunto, especialmente en su forma, génesis, evolución, tradición y conservación; disponiendo dicho análisis en orden a averiguar su autenticidad, saber si es verdadero o falso, si lo es en todo o en parte, establecer su valor como fuente histórica”.

Heredia la define como: ”la ciencia que estudia el documento, su estructura, sus cláusulas, para establecer diferentes tipologías y su génesis dentro de las instituciones escriturarias, con el fin de analizar su autenticidad”. El fin de la diplomática no es otro que el establecimiento del método crítico con el que aquel ha de ser estudiado a través de sus caracteres externos e internos, a fin de fijar su autenticidad, datación, origen, transmisión y fijación del texto para determinar el valor del documento como testimonio histórico, para lo cual necesariamente ha de establecer su específica tipología.

Ambos afirman que la diplomática nos es conocida especialmente a partir del reinado de los Reyes católicos, afirman que aunque la razón de ser del documento es un acto jurídico, verdaderamente tiene como fin el valor del documento como testimonio histórico, asimismo Heredia hace un análisis más exhaustivo de las funciones de la diplomática:

El papel será el único soporte material utilizado para la escritura.

La solemnidad sigue reduciéndose hasta sus últimas consecuencias.

Se produce una preponderancia de las fórmulas jurídicas sobre las cláusulas diplomáticas que llevan a prevalecer con total oscurecimiento de las segundas.

La diversidad de fórmulas jurídicas determinará una nueva diversidad tipológica y terminológica paralela a la tipología diplomática.

Cobra una importancia inusitada el procedimiento administrativo. No ya la génesis del documento mismo en su «actio» y su «conscriptio», sino la tramitación de un documento detrás de otro hasta formar ese entramado material y orgánico que es el expediente.

El expediente como unidad Archivística cobra entidad sobre el documento, pieza documental aislada.

Las piezas documentales singulares ceden el paso a las series documentales, en el más estricto sentido archivístico.

El análisis y estudio generalizador de la información específica que cada serie documental ofrece, ha de ser un enfoque necesario en el planteamiento de estos estudios.

Se intensifica la relación entre documento y su institución productora y por tanto han de interesarnos especialmente las instituciones como generadoras de documentos.

Cobra una gran importancia el movimiento de flujo y reflujo de los documentos en el caminar de su tramitación.

La diplomática moderna precisa de una relación cada vez más estrecha con la Archivística.

También destacan las conclusiones de Heredia:

Existe un considerable vacío de estudios diplomáticos para la edad moderna.

El archivero necesita de la delimitación de la tipología documental tanto para la organización como para la descripción.

La organización de cualquier fondo documental y la descripción de sus series exigirán siempre al archivero un estudio diplomático de la documentación producida por la institución en cuestión.

Tal estudio, y dentro de las características señaladas para la diplomática moderna, será también necesario antes de cualquier programación informática documental.

En el caso de instituciones similares habrá que establecer un consenso terminológico.

Mundet finalmente nos indica para qué sirven los conocimientos de la diplomática:

Conocer la tradición documental: Si se trata de un original o de una copia, y en este caso cual es su clase (simple, certificada…).

Evaluar la autenticidad, analizando los elementos formales a fin de saber si un documento es verdadero o falso y en qué grado.

Conocer la tipología diplomática, que está en función del número y de la disposición de los elementos formales.

Cronología.

Etimológicamente (crono- + -logía) tiene tres acepciones:

1. Sustantivo femenino. Ciencia que tiene por objeto determinar el orden y fechas de los sucesos históricos.

2. Manera de computar los tiempos: cronología griega, cristiana, musulmana.

3. Serie de personas o sucesos históricos por orden de fechas.

Para Mundet hay que distinguir entre cronología matemática o astronómica y la cronología técnica, es esta última, el objeto de atención de la Archivística, puesto que permite situar los acontecimientos en el desarrollo de la historia de la humanidad. Resulta especialmente útil para la documentación histórica.

Para Heredia, el estudio de la cronología, de los diferentes sistemas de datación y de las reducciones corresponde a diplomática. Sólo hace constar su necesidad para el archivero en cuanto que la fecha en el documento es uno de los elementos indispensables para su identificación.

Historia.

En este punto también coinciden básicamente en todo, para Mundet la Archivística recurre a ella para elaborar su propia historia, la relación entre ambas es muy estrecha, la organización de un archivo exige el conocimiento profundo de la historia. Para Heredia la historia se hace inexcusable para las tareas de organización, sobre todo para la clasificación.

Derecho e informática.

En la rama del derecho ambos autores concuerdan en que el archivero debe conocer determinados campos de derecho; en lo respectivo a la informática, los dos inciden en que puede ser una ayuda decisiva.

Definición de archivo.

En este apartado ambos autores mantienen la misma postura.

Para Heredia un archivo » es uno o más conjuntos de documentos, sea cual sea su fecha, su forma y soporte material, acumulados en un proceso natural por una persona o institución pública o privada en el transcurso de su gestión, conservados, respetando aquel orden, para servir como testimonio e información para la persona o institución que los produce, para los ciudadanos o para servir de fuentes de historia».

Este autor también remite a las definiciones de otros autores como Jenkinson, Jean Favier o la ley de archivos francesa de 3 de enero de 1979.

Mundet se va a remitir también a las definiciones de estos autores europeos y a la propia definición de Heredia, lo que demuestra su similar punto de vista del concepto de archivo. Mundet señala unas determinadas funciones de los archivos:

Organización y puesta en servicio de la documentación administrativa, durante ese período de máxima utilidad para la gestión administrativa de las oficinas y para la toma decisiones.

Asegurar la transferencia periódica al archivo de los documentos.

Aplicar los principios y técnicas modernos de valoración para, transcurrido un tiempo, seleccionar los documentos que por su valor van a ser conservados indefinidamente, y destruir el resto.

Clasificar los fondos y mantener ordenada la documentación en sus distintas etapas, de acuerdo con los principios de la Archivística.

Describir la documentación para hacer fácilmente accesible la información, mediante los distintos instrumentos de descripción documental y valiéndose de las ventajas ofrecidas por las nuevas tecnologías.

Instalar adecuadamente los documentos mediante locales y equipamiento que garanticen su conservación íntegra en el tiempo.

Asegurar que éstas y cuantas funciones pueda desarrollar el archivo, queden firmemente establecidas y garantizadas mediante un reglamento del servicio.

Etapas del archivo.

Mundet va a distinguir cuatro puntos fundamentales, basados en el sistema archivístico norteamericano de 1934, cuya idea principal es que los documentos tienen una vida similar a la de un organismo biológico: nace (fase de creación), vive (frase de mantenimiento y uso) y muere (fase de expurgo). Estos cuatro puntos fundamentales son:

Archivo de gestión: bajo el control de la administración, también es conocido como archivo de oficina, debe permanecer en esta fase durante cinco años.

Archivo administrativo: es una organización administrativa de gran volumen y complejidad, tan pronto como las oficinas dejan de utilizarlo llegan a este archivo.

Archivo intermedio: la documentación ha perdido prácticamente toda la utilidad que había tenido, durante otros quince años se valora, selecciona y se expurga.

Archivo histórico: la documentación se conserva indefinidamente, debe poder ser transmitido a las futuras generaciones.

Heredia va a resaltar solamente dos tipos de archivos: administrativos e históricos. Además considera que la división existente entre un archivo administrativo y un archivo histórico es exigua, y que la distinción entre uno y otro vendrá dada por su fin.

Origen del archivo.

Aquí Heredia va a defender la teoría de que el archivo nace en el momento mismo en que los documentos son producidos en la oficina o en una dependencia. Según este criterio destacan dos etapas fundamentales:

Pre-Archivística: se crean los documentos dentro de la entidad productora.

Archivística: la documentación ya entra en el depósito, también hay una selección, el conjunto documental que resulte elegido para su conservación es lo que llamaremos “fondo documental”.

Clasificación de archivos

Heredia en este punto nos explica que los archivos, según el productor pueden dividirse en:

Públicos: según su actividad puede ser judiciales, militares, municipales.

Privados: personales, nobiliarios, eclesiásticos y de empresas.

Los archivos públicos no podrán nunca ser destruidos, su categoría vendrá determinada por su ámbito, por su finalidad, serán administrativos o históricos. También pueden ser singulares o múltiples según tengan uno o varios fondos. El autor se va a explayar más que Mundet, dentro del contenido de los archivos, y va a tratar temas como la historia de los archivos, en el que de una manera superficial hay que destacar algunas ideas:

Los archivos van unidos a la historia del hombre.

Nacen como una necesidad de la vida pública y privada.

También se remonta a la antigüedad: Egipto, Mesopotamia para explicar que en esta época ya existían los archivos. Por último diremos que menciona de forma general la historia de algunos archivos españoles como puede ser: Archivo de la Corona de Aragón, Archivo General de Simancas, Archivo General de Indias, Archivo Histórico Nacional y el Archivo General de la Administración.

Concepto de documento.

Para definirlo Mundet utilizar el diccionario de terminología Archivística: » La combinación de un soporte y la información registrada en él, que puede ser utilizado como prueba o para consulta».

Antonia Heredia va a definir ésta de varias formas:

En un sentido amplio es todo registro de información independiente de su soporte físico. Abarca todo lo que puede transmitir el conocimiento humano: (libros, revistas, fotografías, filmes, microfilmes etc.)

En un sentido más concreto es el testimonio de la actividad del hombre fijado en un soporte perdurable que contiene información, que sirve para dar noticia de un hecho.

Se observa la insistencia de Heredia en la afirmación de que los archivos y la información son dos términos indisolubles, en cambio puede haber documentos sin existir archivos. Los documentos son el objeto sobre el cual el archivero realiza su actividad profesional.

Los dos opinan que se trata de un soporte material (papel, piedra, cinta) en el que un medio (escritura, pintura) va a plasmar el contenido, la noticia.

Documentos de archivo.

Mundet nos da una serie de caracteres que le van a diferenciar del documento en un sentido general:

Carácter seriado.

Génesis, producto de las tareas de su productor.

Exclusividad, cada documento es único.

Interrelación, los documentos aislados no tienen valor, sólo tienen utilidad si pertenecen a un conjunto.

Para Heredia, un documento de archivo son los producidos o recibidos por una persona o institución en el curso de su gestión o actividad para el cumplimiento de sus fines.

Heredia coincide en estos puntos con Mundet:

Considera su carácter seriado (para ella será una de las notas más significativas de esta clase de documentos).

También los considera como únicos (no están publicados ni se manifiestan en múltiples ejemplares).

Heredia además va a distinguir también tres partes dentro de los documentos de archivos:

Material o física (pergamino, papel, cinta, disco).

Estructura (formulario, cláusulas).

Contenido (mensaje).

Esta autora va a desarrollar este apartado más que Mundet nos va a hablar de la transmisión de los documentos, ésta es imprescindible para el archivero, ya que le permite precisar la relación de cualquier documento con el original.

Caracteres externos e internos de los documentos de archivo.

Los dos autores concuerdan tanto en la denominación de los caracteres externos: estructura física o materialidad como de los caracteres internos: la lengua empleada, autor, destinatario, formulario, cláusulas, contenido o un mensaje.

Clasificación de los documentos de archivo.

En líneas generales opinan lo mismo en los puntos básicos; pero mientras Mundet realiza una estructuración más numerosa y diversa, la de Heredia es más completa y también va a incluir un elemento diferenciador de los postulados de Mundet, éste será la diplomática. La estructura que nos presenta Cruz Mundet es:

Caracteres externos:

Clases: dentro de este tendremos documentos textuales, iconográficos, sonoros, audiovisuales, electrónicos.

Tipo: revela tanto el contenido como su estructuración.

Formato: la forma de reunirse los documentos.

Cantidad: número de unidades.

Forma: copia simple, certificada etc.

Caracteres internos:

Entidad productora: autor del documento.

Orígenes funcionales: razones de su origen.

Fecha y lugar de producción: los sitúa en el tiempo y espacio.

Contenido sustantivo: asunto o tema que trata documento. Este puede dividirse:

Intensivo: datos sobre asuntos concretos.

Extensivo: datos sobre un conjunto de elementos.

Diversificado: datos sobre cuestiones diversas.

Heredia como he expuesto anteriormente va a establecer un esquema más simplificado pero con un elemento distinto:

A) Caracteres externos: estos se pueden dividir en:

Documentos textuales: transmiten información mediante texto escrito.

Documentos gráficos: la información está representada por formas y colores.

Documentos en imagen: fotografías, diapositivas, películas.

B) Caracteres internos: la calidad del autor establecerá dos categorías diplomáticas: públicos y privados.

El documento público es el realizado por el funcionario público o representante del gobierno.

El documento privado es el realizado por y entre particulares sobre un asunto privado sin intervención de la autoridad pública o su representante legal.

C) Esta es la diplomática, será la que nos contraponga al documento dispositivo y al documento de prueba o probatorio.

Valor del documento.

Cruz Mundet y Antonia Heredia van a identificar dos valores: primario y secundario.

Archivística
Valor primario: también se le llama administrativo o legal, tiene como función plasmar la gestión de una actividad determinada, servir de garantía o de prueba de algo.

Valor secundario: o histórico, sirve como medio para la investigación cultural e hist

NOTICIAS SOBRE ARCHIVOS FOTOGRAFICOS

lOS ARCHIVOS FOTOGRAFICOS

Ventajas y desventajas de los soportes para guardar fotos, videos, música y documentos.

Muchos tenemos en alguna parte una caja o un álbum lleno de viejas fotografías, preciosos recuerdos de tiempos y personas que guardarnos como tesoros. Gracias al papel en el que están impresas esas fotos esas memorias están intactas. Pero ¿qué pasará en las futuras generaciones? ¿Tendrán el equipo necesario para leer CDs y DVDs, por ejemplo? Y es que en realidad, las diversas formas de soportes de memoria actuales no solo son frágiles, sino que además se vuelven velozmente obsoletos.

CDs y DVDs. Estos discos son la primera opción cuando se piensa en copiar archivos y preservarlos a futuro. Pero esta solución tiene muchas contras. Primero, una longevidad muy variable: algunos de los primeros CDs gravables, que se suponía iban a durar 40 anos o más, quedan ilegibles tras apenas un par de años. Pero aquí no termina la cosa. Y es el que la segunda dificultad pasa por el hecho de que lo que nadie sabe si lo que alguien almacena hoy será legible con los equipos del futuro. Hace 20 años, los diskettes de 5 1/4 pulgadas estaban por todas partes, pero ahora es casi imposible hallar lectores de discos de ese formato.

Discos RIGIDOS. Cuando el espacio que ocupan los recuerdos digitales es mucho, lo mejor es recurrir a esta opción, para lo cual hay que comprar un disco rígido externo (en tamaños de hasta 1 .5 terabytes) y conectarlo a la computadora vía cable USB. En este caso, es preciso actualizar el disco regularmente; cuando se usa, mantenerlo desconectado para preservar su expectativa de vida. El problema con los discos rígidos es que son relativamente frágiles. Un “crash” (el choque de los cabezales de lectura contra las placas que rotan a toda velocidad) puede volver ilegibles los datos en segundos. Sólo un caro servicio de recuperación puede salvar los datos y no siempre. Las memorias de estado sólido (SSD) en cambio, no son tan frágiles. En lugar de placas magnéticas rotatorias, guardan los datos en chips de memoria flash como las que se usan con las cámaras digitales. Pero son caras: mientras que un rígido de 1 terabyte cuesta 100 dólares, una SSD de sólo 64 gigabytes (GB) esta un precio de 150 dólares (la capacidad máxima por ahora es de 128GB).

ONLINE. Guardar en Internet tiene la ventaja de que no hay riesgo de que se estropee el soporte de almacenamiento, y tampoco hay peligro de obsolencia. Con la facilidad de que, en teoría, es factible acceder a los archivos desde cualquier computadora con conexión a Internet. ¿Donde están las contras? En el costo, en la velocidad de trasferencia y en la duda de si la empresa de almacenamiento online elegida seguirá existiendo a futuro. Aunque muchas de estas firmas brindan cantidad limitada de espacio gratuito, las fotos digitales, los videos y los archivos de audio son pesados, de manera que suelen sobrepasar la cantidad gratuita de memoria, y hay que pagar por espacio adicional. Como todo tipo de soporte digital para guardar archivos tiene tanto ventajas como desventajas, lo mas aconsejable es salvar al menos dos copias en soportes diferentes. Es factible, por ejemplo, mantener una copia en un SSD y otra en un servicio online. Los especialistas aconsejan, además, escribir instrucciones: que tipo de archivos están guardados, los programas usados para crearlos y una orden de migrarlos a nuevos soportes si cambia la tecnología. Aunque todavía lo mas seguro sigue siendo echar mano “viejas técnicas”, como el papel. La caja en el fondo del placard sigue siendo irremplazable.

PROBLEMAS

• Durabilidad. Se creía que CDs y DVDs durarían 40 años, pero no llegan al10%.
• Precio. Las memorias de estado sólido o SSD son confiables, pero caras y pequeñas.
• Fragilidad. Los discos rígidos externos corren el riesgo de sufrir un crash.
• Espacio. El almacenamiento online ofrece poca capacidad y, es costoso.

Jay Dougherty Febrero de 2009 / Revista Noticias
Publicado por Juan Luis Reyna en 14:06
Etiquetas: Consejos

LOS ARCHIVOS DIGITALES

LOS ARCHIVOS DIGITALES

Un archivo digital, también denominado Fichero, es una unidad de datos o información almacenada en algún medio que puede ser utilizada por aplicaciones de la computadora.

Cada archivo se diferencia del resto debido a que tiene un nombre propio y una extensión que lo identifica. Esta extensión sería como el apellido y es lo que permite diferenciar el formato del archivo y, asimismo, interpretar los caracteres que conforman el contenido del archivo. De esta manera, un archivo de texto, podrá tener la extensión .txt (el nombre completo sería: ARCHIVO.txt); uno de documento enriquecido, .doc, .pdf; uno de imágenes, .jpg, .gif; y lo mismo ocurre con cada formato.

Por otra parte, al estar conformados por caracteres, de la cantidad que contenga dependerá el tamaño del archivo, el que se podrá medir en Bytes, Kilobytes, Megabytes, etc.

En cuanto a su ubicación, se guardan en subdirectorios o directorios y para poder acceder a ellos, la ruta está conformada por los diversos subdirectorios que lo contienen, hasta llegar al directorio contenedor.

Existen diversos tipos de archivos, pero los dos grupos principales en los que se suelen dividir son ejecutables y no ejecutables. Los primeros, los ejecutables, se refieren a aquellos que corren por sí mismos. En cuanto a los no ejecutables, por el contrario, necesitan de algún programa para poder funcionar.

También se puede hablar de archivos de texto plano, que son los que contienen sólo caracteres; de texto enriquecido, que además de caracteres, permiten utilizar otras aplicaciones como estilos, pero no imágenes; de Hiper Texto, los que se utilizan como base en las páginas web; etc
Actualmente existen muchas clases de archivos del tipo informático, pero para guardar el archivo existen muchísimos formatos y cada programa informático utiliza su propio tipo de archivo o formato

En este apartado explicaremos algunos de los formatos de archivos de imágenes que utilizan las cámaras digitales, así como los archivos que utilizan diferentes clases de software, programas informáticos.

Imagínese una aplicación que electrónicamente captura, almacena y administra literalmente todos los documentos generados o recibidos por su institución / compañía, tales como papeles, informes, arc…

Conservación de los Archivos Digitales

La conservación de las fotografías es un tema central para quienes estamos involucrados en su producción y difusión. Las colecciones artísticas, los trabajos comerciales, los álbumes familiares, todo lo que pueda definirse como un patrimonio o un “activo” visual debe ser tratado con los cuidados que los expertos de nuestro país y de todo el mundo recomiendan. La elección del medio de trabajo y de los materiales, y el modo de archivar las fotos condicionan la duración y la calidad de esta conservación.

Pero hoy se plantea un serio interrogante cuando hablamos de la conservación de la fotografía digital.

Copias digitales

En primer término debemos establecer una diferencia entre la conservación de archivos digitales y la de impresiones digitales. En el caso de las impresiones digitales estamos creando un objeto del mundo físico, que llevará la impronta de su creación digital pero cuyos cuidados de archivo siguen las mismas reglas que aplicamos a los materiales fotográficos tradicionales.

Vemos irrumpir entonces a todo un conjunto de sistemas de impresión que hasta hace poco eran desconocidos para los fotógrafos. Chorro de tinta, sublimación de tinta, láser, son sistemas que compiten con las copias en papel color fotosensible, antes procesado en laboratorio “óptico” o tradicional y ahora en el minilab digital.

La prevalencía de un sistema sobre otro estará determinada en el futuro por su calidad, su capacidad de permanencia en el tiempo y su facilidad y accesibilidad de uso, concepto que incluye al precio de la copia.

Actualmente en Argentina la mejor combinación de precio, calidad, y seguridad de conservación es la que ofrecen los sistemas de impresión por luz (Láser o LED) sobre papel color tradicional: los minilab digitales.

Los sistemas de sublimación de tintas tienen un costo operativo superior, empleando un equipo de menor precio.

El sistema de chorro de tinta, en sus versiones de alta calidad promete, mediante la utilización de tintas especiales, tiempos de conservación casi iguales a los del papel fotográfico tradicional a un costo operativo mayor. Debemos tener en cuenta que los papeles llamados “Fotográficos” para impresoras chorro de tinta presentan un pH bastante lejano del neutro, siendo generalmente ácido, lo que le da una menor estabilidad con el paso del tiempo.

Las tintas originales provistas por los fabricantes de las impresoras ofrecen más garantías que las tintas usadas para rellenado de cartuchos.

Es importante para el fotógrafo la información de consultores independientes como Wilhelm Imaging Research, Inc, de los Estados Unidos, que nos informa acerca de sus estudios sobre la permanencia de las impresiones fotográficas. Los datos pueden consultarse en

Los Archivos

El tema más complejo se plantea cuando debemos considerar la conservación de archivos digitales que no se han impreso, o sea equivalen a negativos, es decir, son la matriz a partir de la cual se hacen las copias.

La conservación de estos archivos está afectada por varios peligros que ponen en riesgo la transmisión de nuestra herencia visual hacia el futuro.

Hasta el presente se planteaba un tema menor: la conservación de los archivos escaneados a partir de fotos en los que siempre existía un material “real” de referencia, una copia original, una diapositiva o un negativo. Siempre quedaba la copia o la película, como material de base sobre el cual volver. Pero hoy el problema mayor es la conservación de los materiales “nacidos digitales”

Las innovaciones aportadas por la digitalización de la fotografía son enormes, pero esto no significa la eliminación de políticas de conservación efectiva a lo largo del tiempo.

Fragilidad de los soportes

Los soportes digitales son frágiles. Y es difícil conseguir estadísticas respecto a su estabilidad.

Un disco rígido es un dispositivo en riesgo permanente de fallas eléctricas o mecánicas, y de ataques voluntarios o involuntarios por parte de quienes tienen acceso a él. Aunque esté desconectado de la computadora, no hay mucha información acerca de cuanto tiempo pueda mantenerse su superficie correctamente magnetizada si no se accede periódicamente a él. El nivel de magnetización de los platos del disco puede decrecer a lo largo del tiempo.

En cuanto a los materiales con soportes plásticos, se han reportado casos de CD atacados por hongos y/o degradación del policarbonato que envuelve a la membrana metálica en la que están grabados los datos. Esta capa metálica es susceptible de oxidación a lo largo del tiempo. Hay estudios que hablan de estabilidades de 10, 20 y 100 años para este soporte, con lo que vemos que el panorama es bastante confuso, al tiempo que no hay un standard mundial acerca de cómo medir esta estabilidad .

Otro riesgo es la abrasión que sufre un CD o DVD que se coloca regularmente en una lectora. Para comprobar esto, baste una mirada a la superficie de nuestros CD más usados.

También debemos saber que la vida útil de un CD se cuenta desde su fecha de fabricación y no desde su fecha de grabación.

En cuanto a los CD regrabables, no es aconsejable su uso para conservación a largo plazo dado que para su fabricación se emplean tintes que pueden no ser estables en el tiempo.

Las tarjetas de las cámaras también presentan poca estabilidad en el largo plazo.

Obsolescencia del dispositivo

¿Quién se acuerda de los diskettes de 8 pulgadas, anteriores a 1970 y fabricados por IBM o del más contemporáneo floppy de 5 pulgadas creado por los Laboratorios Wang y difundido por todo el mundo?

Si alguien quiere recuperar datos grabados en un dispositivo de este tipo deberá recorrer depósitos de chatarra informática en busca de una diskettera o de una computadora completa que sea compatible.

La constante presión de los fabricantes por introducir nuevos modelos genera una obsolescencia prematura y la recuperación de los datos está ligada a la disponibilidad en el mercado del dispositivo de lectura correspondiente.

Como esa obsolescencia está programada en el diseño de estos componentes, sabemos que se los construye con una resistencia mecánica sólo suficiente para su período de vigencia como tecnología de punta.

Obsolescencia del sistema

Los datos digitales dependen no solamente de un dispositivo de almacenamiento sino de un software adecuado. Por eso es que los programas siempre incluyen funciones de compatibilidad retrógrada, para poder abrir archivos muy viejos, creados con programas en desuso. El programa Excel abre archivos creados por el dBase III, aunque este programa haya sido superado hace varios años. Photoshop abre los viejos PCX y las primeras versiones de EPS.

Para asegurar una correcta recuperación de los datos digitales en el futuro confiamos en que los fabricantes de programas continúen incluyendo este tipo de compatibilidad.

Dependencia de la energía

Si se planteara una catástrofe mundial que dejara a nuestras ciudades con acceso restringido o nulo a la energía eléctrica, todos nuestros “activos digitales” estarían en peligro. Si alguien decidiera dejarnos sin energía eléctrica, nos dejaría también sin memoria. Pero en el caso de una catástrofe como esa vamos a estar preocupados en conseguir comida y agua potable, así que los archivos serían nuestra menor preocupación.

Integridad

Una característica de los archivos digitales es su necesidad de una integridad absoluta. ¿Que significa esto? Que sólo podremos acceder a un archivo en la medida en que todos los datos originales están presentes. Si hay alguna alteración, aunque sea mínima, no es posible, en primera instancia acceder a los datos. Dicho de otra manera: si una fotografía sobre papel pierde un 1 % de su tamaño por una rotura o mancha, podemos seguir disfrutando del 99 % restante. No ocurre lo mismo con los sistemas digitales. La perdida de un 1 % de los datos por rotura del archivo o del soporte puede causar la perdida total del archivo.

No hay archivos cerrados

Cuando miramos una foto impresa, antigua o moderna, vemos también la voluntad de alguien de “cerrar” esa pequeña obra. Alguien decidió imprimir la imagen, pasar de negativo a positivo, valorar la imagen a través de una ampliación.

Pero mientras el archivo sea digital, estará expuesto muy fácilmente a la posibilidad de sucesivas ediciones o modificaciones. No hay un formato de archivo digital “cerrado”. Todo archivo digital puede ser editado una y otra vez de manera rápida y relativamente sencilla. Esto también es fragilidad

Concepto de archivo

El mismo concepto de archivo cambia. Antes de la era digital, una foto podía o no ser “archivada” de acuerdo a la valoración que alguien (familia, museo, empresa, escuela) hiciera de ella.

Ahora, en la era de las cámaras integradas a través de las redes inalámbricas, la unidad de archivo de la cámara es vista como un disco más de la red, de modo que esa foto ya está integrando un archivo en el momento de ser tomada.

Nivel de calidad

Con la digitalización de la fotografía el concepto de calidad ha pasado de perseguir la mayor calidad posible a buscar la menor calidad aceptable.

Esto ocurre en muchos medios de prensa, que hacen producir a los fotógrafos imágenes con el nivel mínimo de calidad publicable. Que pasará cuando alguien quiera hacer un libro o simplemente estudiar esas imágenes en el futuro?

Si hoy contamos con buenas fotos de nuestro pasado es porque muchos fotógrafos cargaron como burros con sus cámaras y sus placas de vidrio, que aún hoy preservan detalles asombrosos.

Nombres de archivo, metodatos y búsqueda

El concepto de conservación debe extenderse a los nombres con que se archivan las fotos, y a los metadatos en forma de texto que se incluyen dentro del archivo. La pregunta consistiría entonces en qué datos incluir, y qué nombre dar a los archivos. Tengamos presente que las cámaras actuales nombran a los archivos con secuencias de números al azar, y puede ser difícil que alguien recupere información basada sólo en nombres de archivo abstractos.

A estos criterios de búsqueda debemos agregar la búsqueda por patrones vectoriales o funciones matemáticas derivadas de esquemas visuales existentes en las fotos. Así podríamos buscar en un conjunto de fotos determinadas imágenes de cielos o de ramas, pero también determinados patrones de rostros o personas. Los fotógrafos deberíamos evaluar esta perspectiva si nuestras fotos están en una red a las que alguien puede tener acceso.

Imaginar que alguien puede navegar la base de fotos de un medio periodístico para encontrar todas las imágenes en que aparezca una determinada persona no es ciencia ficción (en nuestro país lo hacen los sistemas de seguridad visual de las canchas de fútbol).

Imaginemos esta arma en manos de una dictadura. Deberíamos buscar que estas tecnologías sean compatibles con la preservación de los derechos individuales de las personas.

Conclusión

Una política razonable es la de la migración permanente. Cada vez que aparece un nuevo medio de almacenamiento, debemos migrar todo nuestro archivo hacia él. Por ejemplo, si contamos con una colección de fotos en CD, hoy deberíamos pensar en copiarla en DVD. De este modo actualizamos el hardware y software correspondiente. Por supuesto el tema se complica con las colecciones grandes, pero un archivo de imágenes digitales sólo puede ser seguro si esta “vivo” y bien cuidado.

Las bibliotecas de las universidades de Cornell y Yale así como la NARA (National Archives and Records Administration) de los Estados Unidos plantean la necesidad de contar con archivos híbridos. Vale decir, en el caso de la fotografía, contar con la fotografía en papel y el correspondiente archivo digitalizado. Esto permite una amplia distribución de la información y garantiza una buena conservación en el tiempo. El problema se plantea aquí con las imágenes “nacidas digitales”.

Debido a la fragilidad de los soportes digitales en el tiempo, los fotógrafos debemos evaluar seriamente esta realidad: la única manera de preservar las fotos en el estado actual de la tecnología es hacer impresiones sobre materiales fotográficos de estabilidad comprobada.